La
comunicación participativa como nuevo paradigma; Jean Servaes y Patchanec en su
artículo analiza las diferencias cuantitativas observables entre sociedades
modernas y tradicionales, pues hasta la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se
hablaba de la evolución de los países más bien en términos de avance desde el
"atraso", caracterizado por la "primitividad" y la miseria
con sus penosas secuelas, hasta el "progreso", caracterizado por la
"civilización" y la prosperidad que traía aparejado el bienestar.
Sólo un puñado de países, en su mayoría americanos del norte y europeos, se
hallaban entonces en situación de progreso y, por lo general, se suponía que
los demás países también irían llegando hasta tal estado. Asimismo realiza una
crítica respecto al desarrollo; lo cual analiza en dos paradigmas: la del
enfoque de la dependencia bajo una visión principalmente económica y la nueva
visión del desarrollo y cambio social. Además de su interdependencia y a la vez
proyecta la asunción de que no existen países o comunidades que funcionen de
manera completamente autónoma , cada sociedad es dependiente de alguna manera,
ya sea en su forma, estudio de su centro y periferia (comunidades); o en su
grado sea tanto a nivel global, nacional y local.
Los
autores tomando en cuenta las consideraciones de diversos enfoques y
perspectivas pretenden demostrar que se requiere de la inmersión del cambio a
nivel de sociedad para alcanzar el desarrollo, que debe ser estructural,
originándose en múltiples niveles para conseguir tales cambios, es así como se
habla de los cambios “bottom-up”, o el autodesarrollo de la comunidad local.
El
desarrollo será acelerado a través del involucramiento activo en el proceso
mismo de comunicación, si bien es cierto este proceso fue concebido en primera
instancia años 50 y 60 con una visión
jerárquica resumida en la forma clásica de Laswell (5 Ws) aquel modelo que
consideraba al proceso de comunicación sencillamente como un mensaje dirigido
por un emisor hacia un receptor. Desde los años 70, la comunicación se ha
centrado más en el receptor y el mensaje; como resultado el enfoque ha cambiado
desde el ‘comunicador’ hacia una orientación más centrada en el receptor, lo
cual trae como consecuencia un énfasis sobre el intercambio del significado y
sobre la significación del proceso de comunicación; referida a las relaciones
sociales creadas por la comunicación y las instituciones, así como del contexto
que resultan de estas relaciones.
Beltrán Salmón, en un
documento presentado al III Congreso Panamericano de la Comunicación en el que
analiza el contexto comunicacional a partir de la problemática de la
Comunicación para el Desarrollo de la Sociedad de la Información1, habla de un modelo de comunicación como diálogo
o participativo, a partir de procesos de participación y capacidad de
negociación entre los diversos actores a nivel: internacional, nacional, local,
individual, así como la producción, intercambio y negociación de sentidos en la
vida social.
.
Hoy,
a la sociedad ya no se le puede negar el acceso a la participación en los
procesos de comunicación por falta de habilidades comunicativas y técnicas,
puesto que como manifiesta Jan Servaes & Patchanee en su escrito ha habido un mejoramiento notable de la
habilidad de la gente en manejar y utilizar los medios de comunicación. Pero no
debemos desatender que el “mundo actual” se enfrenta a una crisis multifacética
aparte de la crisis económica y financiera se distingue una crisis social,
ideológica, moral, política, étnicas, ecológicas, entre otros aspectos. En esta
línea hablamos de aspectos que están presentes a nivel de las comunicaciones y
de la cultura; dicho en otras palabras se habla de una perspectiva de
dependencia debido a la interdependencia de creciente de las regiones, naciones
y comunidades en nuestro mundo globalizado.
La comunicación participativa permite que
incluso personas pertenecientes a distintos grupos sociales dentro de una
comunidad intercambien información e ideas de un modo positivo y productivo.
Este diálogo se enriquece cuando esas personas comprenden hasta qué punto les
afectan las cuestiones relacionadas con el desarrollo, conocen lo que piensan
en otras comunidades y ven lo que éstas han conseguido.
Entonces
lo que se requiere ahora es la intervención del comunicador, de su actuar
imaginativo, preparación y ardua labor para alcanzar un aprendizaje dialogal;
buscando que la comunicación prospere y pase a un progreso sostenible, favoreciendo
la difusión de una comunicación participativa. Gloria Huarcaya menciona que promover
e impulsar el desarrollo es una tarea
compleja. “No bastan buenas intenciones, aplicación de tecnología avanzada, conocimientos
especializados (…); lo primordial es que el grupo humano beneficiario se involucre
en un proceso de cambio, que le permita alcanzar una mejor calidad de vida” 2
Actualmente
se reconoce cada vez más la naturaleza interactiva de la comunicación, y se
considera a partir de dos sentidos interactiva y participativa más que lineal; es
así que el papel de los comunicadores dentro de la comunicación para el
desarrollo es promover espacios de diálogo, de participación, donde la
comunidad pueda abrigar las experiencias nuevas y poder hacer suya los nuevos
productos culturales y los comunicadores estar ahí para facilitar el proceso.
Este
modelo participativo acentúa la importancia de la identidad cultural de las
comunidades y la democratización y participación de todos los niveles
(internacional, nacional, local e individual), ya que interviene en el proceso
de la toma de decisiones. Asimismo la forma más desarrollada de participación abarca las ideas de acceso (uso de los medios
a favor del servicio público), participación (involucramiento público en los
sistemas de comunicación) y la auto-gestión (el público ejerce el poder en la
toma de decisión de la empresa sea en su política o en los planes de
comunicación); la UNESCO (1970), articula en los debates uno de los enfoques
(autogestión) lo que se traduce en el derecho de participación en la
planificación y la producción de los contenidos. La visión limitada sobre
comunicación masiva está limitada al
momento en que se toman las decisiones y
la disonancia cognitiva entre si aceptarlas o no, por tanto la influencia
personal queda mostrada.
Por
todo ello se debe reconocer, los medios de expresión de la comunidad y no para
la comunidad. “La “comunicación
de desarrollo” es la creación, gracias a la influencia de los medios de
comunicación masiva, de una atmósfera pública favorable al cambio que se
considera indispensable para lograr la modernización de sociedades
tradicionales mediante el adelanto tecnológico, el crecimiento económico y el
progreso material (BELTRÁN, 2005).
Clarisa
Ramos, afirma que existe una necesidad en las sociedades modernas de retornar a
lo comunitario (..),como respuesta a las frustraciones que genera una sociedad
moderna donde no se llegan a satisfacer las necesidades básicas y que aun
cuando éstas se satisfacen se crean otras nuevas necesidades vinculadas incluso
a aspectos inmateriales.3
Entonces
urge visualizar los medios comunitarios como oportunidad en los que la
comunidad participa, como planificadores, productores y actores; un acceso, para su información, educación,
entretenimiento.
Por
tanto queda visto que no solo se requiere cambios en la forma de pensar, sino
también de interrelacionar los medios de comunicación en el contexto de
desarrollo; generalmente utilizados para sostener iniciativas por medio de la
diseminación del mensaje que instan al público a apoyar proyectos dirigidos
hacia el desarrollo. A ello se involucra un cambio estructural en cuanto a la re-distribución
del poder que habilite a los ciudadanos a emanciparse completamente, porque
este es un planteamiento que va más allá
de un derecho y la libertad de comunicar; como lo dijera Jean Servaes y
Patchanec, deben ser enfocados desde una perspectiva triple. Primero, es
necesario que el público participe efectivamente en el campo de la
comunicación; segundo, se necesita diseñar un marco dentro del cual esto se
pueda hacer, y, tercero, los medios deben gozar de autonomía profesional y no
estar sujetos a presiones económicas, políticas u otras.
Entonces
solo así se promulgara el nuevo paradigma; traducido en la participación más
allá del derecho a estar informado y de comunicar; sino de que los medios transporten
a la comunidad a una faceta en el que se encuentre inmersa en el proceso de
planificación, emancipación y liberación, lo que producirá su legitimidad.
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1- El
comunicador para el desarrollo y el cambio social. Apuntes para la construcción
de un perfil http://udep.edu.pe/comunicacion/rcom/pdf/2006/Art020-039.pdf
2 - Documento presentado a lIII CONGRESO PANAMERICANO DE
LA COMUNICACIÓN: Problemática de la Comunicación para el Desarrollo en el
contexto de la Sociedad de la Información - Luis Ramiro Beltrán Salmón.
3- ENFOQUE COMUNITARIO,MODERNIDAD Y POSTMODERNIDAD.
ELTRABAJO SOCIAL CON LA COMUNIDAD EN TIEMPOS DE LA GLOBALIZACIÓN / CLARISA
RAMOS FEIJÓO
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